Esta frase la escuchaba de un ancianito que visitaba nuestra casa, siempre nos decía que teníamos todo el tiempo, la vitalidad y la fortaleza de Dios para lograr las cosas, recuerdo como me enseñaba a moler tortillas y a cambio yo le enseñaba a escribir su nombre.
Este hombre sin ningún parentesco con mi familia se convirtió en un ángel enviado de Dios (estoy segura) para proteger nuestras vidas, mi gran estimado "abuelo" solíamos decirle, quien siempre se sentía como un "toro" decía el a sus mas de noventa años, nos repetía una y otra vez; esta empezando a vivir.
Hoy al escuchar nuevamente esa frase recordé con ternura y nostalgia al viejo abuelito que nos acompaño tanto durante mi infancia, y ya con algunos años encima me doy cuenta que no estoy haciendo caso completamente a los consejos de este gran señor, quien amaba tanto a Dios y a quien se le desbordaba la alegría a pesar de sus limitaciones económicas.
Al pasar por un cementerio hoy y recordar la reciente muerte de una tía muy querida, me vino a la mente esa frase y solo pensaba en cuanto mas iba a esperar para "empezar a vivir" para dejar de preocuparme por lo que no ha sucedido y empezar a valorar lo que tengo, para ir tras mis sueños, metas y anhelos sin importar el "no puedo" dentro de mi cabeza, para hacer lo que amo, para no tener miedo de equivocarme, para amar y sobre todo conocer mas al Dios que me ama.
Entendí que esa frase que he escuchado tanto y que conforme pasen los años ira disminuyendo, no es mas que un reto que me motive a seguir adelante, al final del camino cuando me toque partir sabre que las tristezas, vergüenzas, temores y dudas solo eran parte de los obstáculos pero que al final me hicieron crecer, que no es malo tener miedo, lo malo es que se apodere de ti, y que esta vida es solo una parte porque si creemos en Jesús salvador del mundo realmente estamos solamente empezando a vivir porque en su vida eterna nos espera un futuro lleno de esperanza y verdad con él... Quiero empezar a vivir realmente en esa vida eterna de la que tanto me hablaba mi querido abuelo.
