domingo, 13 de diciembre de 2015

Cicatrices

Estos días me he dado cuenta que conforme pasa el tiempo en nuestras vidas, algunas situaciones que nos lastiman van sanando, pero eso gracias a la ayuda de Dios.
De pequeña crecí rodeada de muchos hermanos, mi familia por bendición de Dios es muy grande, sin embargo mi hermano menor Marco y yo crecimos como compañeros de peleas, travesuras, pero sobre todo una amistad hasta ahora genial.

Recuerdo que entre tanto juego un día sin pensarlo estábamos haciendo algo tan tonto y peligroso que iba a terminar en tragedia , y en efecto así lo fue, mis gritos llegaron hasta la esquina de mi casa, solo lloraba y me ardía mi brazo pero no quería verlo debido a la cantidad de sangre, mi hermano gritaba igualmente...Me había quebrado el brazo y vaya que duele.

Mis papás quienes estaban en la sala tranquilamente, salieron al escuchar mis gritos, actuaron tan rápido que ni cuenta me di cuando ya habíamos llegado al hospital, mi situación era de operar y bueno después de un largo mes volví a ver mi brazo, una vez que me quitaron ese incomodo yeso.

Y porque toda esta historia, verán bastantes años después  veo nuevamente mi cicatriz, la he llevado conmigo, aveces cuando hago mucho esfuerzo con el brazo me duele y siempre es un recordatorio de que las cosas no son iguales, de que algo ocurrió, sin embargo ya el dolor es apenas incomodo, ya no es aquel dolor insoportable que sentía ese día.

Todo esto lo escribí porque siento que así pasa con nuestro corazón, hay situaciones que nos lastiman en la vida y que duelen en lo mas profundo del alma y así como la cicatriz de mi brazo, esos dolores causan cicatrices en nuestro corazón, pero aveces no lo notamos y poco a poco nos vamos llenando de amargura, inseguridades y temores que solo nos alejan del plan de Dios para nuestra vida.

Pero hay esperanza en Dios, el es experto en reparar corazones rotos y sanar si le permitimos cada espacio en nuestra vida, sin embargo para que una herida sane como en el caso de mi brazo, se necesita tiempo, cuidados y el proceso es doloroso.

La cicatriz de mi brazo no desaparecerá, pero el dolor ya se fue, así muchas cicatrices de mi corazón no desaparecerán pero les aseguro que el dolor que las causaron ya se fue, y estoy dispuesta a que Dios siga trabajando en mi corazón, estoy rodeada de personas hermosas y especiales que merecen la mejor versión de mi, y se que perdonarme y perdonar hizo que muchas cosas cambiaran en mi vida.

Dios es especialista en esto, estoy contenta porque el me ama tal cual soy y a ti también. :)

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